viernes, septiembre 28

LA RUTA DEL BAKALAO Y EL ABANDONO DE SUS DISCOTECAS


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LA RUTA DESTROY

La Ruta del Bakalao (o Ruta Destroy) nace a principios de los 80 como reacción a “una época en la que las discotecas españolas aún tenían moqueta, los camareros llevaban pajarita y se pinchaban canciones lentas, rumbas y funky”. Así lo explica el periodista Luís Costa, que está preparando un libro sobre la Ruta. De esa tesitura se apartan varias salas ubicadas entre las ciudades de Sueca y Valencia. Deciden dar un giro de timón, apostar por un sonido vanguardista e incorporar rock británico, glam o new wave. En las pistas sonaba The Cure, Depeche Mode, The Smiths o Cabaret Voltaire. Música que también se podía bailar, aunque nadie en España hubiese reparado en ello.


Mapa de las principales salas de la provincia de Valencia durante la época de la Ruta.


Jueves noche: Acción / Metropolis

Viernes noche: Spook Factory / KU-Manises / Heaven / The Face /

Mañanas de sábado: ACTV / Spook Factory

Sábado tarde: Espiral / ACTV 

Sábado noche: Barraca / Chocolate / Espiral / Ku-Manises / The Face / Spook Factory / Puzzle / ACTV

Mañanas de domingo: Spook Factory/ Puzzle / Heaven / NOD / The Face / El Templo / ACTV

Tardes de domingo: Barraca / ACTV / NOD

Noches de domingo: ACTV / Puzzle / Barraca / The Face

Lunes: NOD / Zona / ACTV


La primera en abrir fue Barraca, en 1965. Como su propio nombre indica, la sala era una barraca próxima a la playa. Un belga la acondicionó, colocó una bola disco, dos platos y unas luces, convirtiéndola en una discoteca para parejas. A finales de los 70, un camarero llamado Carlos Simó pasó a ser el DJ residente. Simó, que con el tiempo acabaría siendo el propietario de la discoteca Puzzle, fue uno de los DJ que lo cambió todo: viajaba a Inglaterra cada semana (cuando aún no existía internet ni los vuelos low cost) para traer a España discos que aquí aún no sonaban ni en la radio. Si querías escuchar lo último en rock o new wave, tenías que estar en Valencia. Los sibaritas de la música alternativa llenaban estas sesiones, ávidos de novedades.

El propio Simó recuerda cómo empezó a experimentar con sonidos inéditos en las pistas de baile: “Hasta ópera he pinchado allí. Y la gente lo bailaba igual. Yo cerraba cada sesión con la versión de “My Way” de Nina Simone, que se convirtió en el emblema de la sala. Nadie lo había hecho hasta entonces”. Además, el carisma de Simó empezó a llenar la cabina, más allá de la música que pinchase: cuando un disco empezaba a sonar en la radio y comenzaba a ser considerado mainstream, el propio Simó lo rompía en directo de forma simbólica.

ENTRAN CHOCOLATE Y SPOOK
El auge de Barraca tuvo lugar en los 80. Y precisamente en 1982 abre, a 500 metros de distancia, la discoteca Chocolate. Pretendía ser la réplica “oscura” a Barraca, incorporando sonidos más góticos y siniestros. En el 84, el empresario de la noche Bernardino Solís inaugura, a algo más de un kilómetro de distancia, la sala Spook Factory. “Mi idea era abrir una discoteca de guitarras”, cuenta Solís, dejando patente lo alejada que estaba su idea inicial de que la sala acabase como una catedral de la música electrónica. Spook Factory adoptó como logo el murciélago del escudo de Valencia a modo de seña identitaria local.

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BARRACA en sus  inicios
Acababa de nacer la “movida valenciana”. Y lo hizo casi de forma paralela a la “movida madrileña”. Salvando las diferencias, la fiesta levantina podría equipararse como movimiento contracultural a la de la capital. Pero una ha acabado mitificada y la otra satanizada.

Paradójicamente, eran las salas de Valencia las que pinchaban música de mayor calidad, frente al protagonismo de grupos locales amateur de las de Madrid. “Valencia estaba, por calidad de sonido, más cerca de Londres o Manchester que de Madrid. Los mejores grupos internacionales venían a Valencia a presentar sus discos, como hoy van a Madrid y Barcelona”, 

Ruta del Bakalao: 
El movimiento lúdico-festivo que se convirtió en el emblema del ocio nocturno español a principios de los 90. Hacer la ruta permitía empezar a bailar un jueves en cualquiera de la decena de salas con las que contaba la capital del Turia y no parar hasta el lunes. 72 horas de fiesta. Y acabar destrozado, por norma general.

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La Ruta del Bakalao fue el estandarte de la noche española durante una década. Para bien y para mal. En el imaginario popular permanece como una época oscura en la que varias discotecas valencianas se turnaban para abrir sin descanso durante 4 días seguidos, los DJ pinchaban música electrónica y los jóvenes llegaban de todas partes de España, se colocaban con drogas de diseño y se mataban en las carreteras. 

Pero la realidad es que esa es sólo la parte relativa a la leyenda negra. La Ruta del Bakalao fue mucho más que eso. Un movimiento independiente, vanguardista y transgresor que trajo a España las últimas novedades musicales del rock internacional, que modificó la forma de entender la fiesta en nuestro país y que acabó muriendo de éxito.

LA RASPA DEL BAKALAO
Lo que queda de aquel bacalao no es más que la raspa. El panorama actual es desolador. Adentrarse en The Face (mítica discoteca de El Perelló) se convierte en una experiencia siniestra. La sala fue uno de los referentes de la fiesta valenciana en los 90. Tal vez era el más lujoso de todos aquellos templos de ocio levantinos. Una terraza con vistas al mar, una piscina, una arquitectura vanguardista…

Ahora, el recinto está destrozado. En lo que antes fue la pista de baile, los indigentes que ahora la ocupan han atado a un gran perro negro, al lado de mantas sucias y botellas de cerveza. La piscina, por su parte, está llena de cascotes.

Imagen de Chimo Bayo en 1990

En Chocolate (situado en Sueca, a unos 10 kilómetros), tres cuartos de lo mismo. El acceso es sencillo pero peligroso. El suelo de esta sala abandonada está lleno de cristales rotos y lo que queda de las escaleras se cae a pedazos, por lo que subir a la terraza compromete la integridad física del que lo intenta. En las paredes, pintadas nostálgicas. “Aquí bailé yo” o “Aquí viví y conocí a la madre de mis hijos” son algunos de los textos que están escritos con tiza o spray en las paredes.

La macrodiscoteca Puzzle (también en Sueca, a un par de kilómetros de Chocolate) era la más grande de las salas valencianas que conformaron la ruta. Contaba con un aforo de más de 3.000 personas. Ahora está saqueada. Los robos de cobre han sido sistemáticos. Los propietarios han tenido que tapiar los accesos porque les han afanado la instalación eléctrica al completo y hasta los paneles del techo. 


30 KILÓMETROS DE FIESTA
A Barraca, Chocolate y Spook se le fueron sumando otras discotecas que abrieron a lo largo de los 30 kilómetros de la carretera de El Saler: Puzzle (la más grande de todas), ACTV (cuyo misterioso nombre dio lugar a millones de conjeturas), The Face (la de la piscina), Distrito 10 (nombrada en su momento la mejor discoteca de Europa), NOD, Espiral, Heaven, Metrópolis, El Templo, KU, Zona, Acción…

Por toda la escena underground española empezó a correrse la voz de que la fiesta no descansaba en Valencia. Y que el ambiente de respeto y “buen rollo” era la tónica habitual de todas las sesiones. “Las sustancias que consumíamos también influían”, cuenta Javi, un rutero de la época. “Empezó con la heroína, como en toda España durante los 80. El suelo de los lavabos estaba llenos de jeringuillas. Pero sobre todo, la novedad fue la introducción de la mescalina, que era una droga que venía en cápsulas. No nos ponía violentos y contribuía a aquella especie de comunión entre todos los asistentes”, recuerda.

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BACALAO DE BILBAO
Fue cuestión de tiempo que aquel movimiento se bautizase con un nombre peculiar. Empezó siendo conocida como Ruta Destroy, pero pasó a la posteridad como “Ruta del Bakalao”.

¿De dónde sale el nombre de bacalao?”. Cuenta la leyenda que la denominación la acuñaron en la tienda de discos Zig-Zag. “Había un DJ local que iba siempre a comprar vinilos acompañado de un amigo suyo que, cada vez que escuchaba una buena canción, gritaba “Esto es bacalao de Bilbao”. Esa denominación acabó calando incluso entre los dueños de la tienda. Cada vez que llegaba una novedad potente le decían a los clientes que acababa de llegar 'bacalao del bueno'. Y así se empezó a generalizar”, explica el periodista Luis Costa.

Respecto al concepto “ruta”, el motivo fue que Valencia ya contaba a mediados de los 80 con un puñado de salas separadas entre sí por muy pocos kilómetros de distancia. Aprovechando la laxitud de la ley, las salas se turnaban para abrir en horarios distintos e intempestivos. Desde el jueves por la noche hasta el lunes. Cada una con su horario que permitía, al que se atreviese, no descansar. Por tanto, era posible hacer un itinerario a través de las diferentes salas durante varios días seguidos, encadenando fiesta sin pausa.

Así, Valencia ya contaba con todos los ingredientes que, mezclados, conformaron el cóctel: una música vanguardista, un público entendido en la materia, unas salas alternativas que no cerraban en todo el fin de semana y una generación de cerebros en diferentes ámbitos de la noche que coincidieron en el tiempo y el espacio. Y es que los empresarios del ocio fueron unos visionarios que quisieron convertir a Valencia en la primera zona de ocio diurno de Europa e inauguraron el concepto ‘after hour’.

Los DJ, por su parte, incorporaban lo último en música alternativa y creaban nuevos temas, pasando a ser productores. Gente como Fran Lenaerts (DJ de ACTV, pionero en España en presentar el concepto “mezclas” al incorporar dos platos y coordinar dos canciones juntas), Toni el Gitano, Kike Jaen o Toni Conca se convirtieron en la primera generación de disc jockeys legendarios de España. “Fue una especie de generación de oro, un dream team de diversas áreas repartido por varias salas, muy próximas geográficamente”, rememora Carlos Simó.

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NACE EL “PARKINEO”
También empezaron a cobrar relevancia los pubs y los parkings como espacios festivos. El hecho de que algunas discotecas sólo cerrasen un par de horas antes de volver a abrir, hacía que los fieles de esa sala no quisiesen marcharse a seguir la fiesta a otra discoteca. “¿Qué hacíamos? Meternos en el pub que cada sala tenía al lado. Bares como Torero o Villa Adelina se convertían en el lugar perfecto para hacer ese paréntesis. Y si estabas en una discoteca sin pub, el parking era un buen lugar para socializar. Eso se llamaba parkineo”, recuerda Javi, el antiguo rutero. O cañero, que era el otro nombre con el que se conocía a los asiduos a la fiesta valenciana. 

 “Había gente que se traía tablas de madera dentro del coche. Cuando la discoteca cerraba, la sellaban al portaequipajes del techo y convertían el automóvil en un pódium improvisado donde bailar. Ponían la música a toda hostia y aquello se convertía en una discoteca al aire libre” rememora Javi. La sala que más popularizó el parkineo fue NOD, en cuyo aparcamiento incluso se cocinaban paellas.

“Era posible estar 72 horas de fiesta, pero no era imprescindible ni lo hacía todo el mundo. La gente paraba. Incluso había quien se acostaba por la noche bien pronto para levantarse temprano y llegar fresco a la sesión matinal. Los jóvenes paraban para dormir. O para comerse una paella el sábado por la tarde. O para ir a ver los partidos de fútbol del Valencia el domingo”, cuenta el escritor Carlos Aimeur.

Con respecto al equipo ché, un rutero de Sueca recuerda una anécdota: “Había un cañero muy popular y conocido que era empleado del Valencia CF. Salía mucho de fiesta y por las noches, en las discotecas, cambiaba entradas “de las más caras” por drogas. Eso provocó que empezasen a aparecer por el palco de Mestalla jóvenes muy pasados de vueltas, con gafas de sol a las tantas de la noche y la mandíbula 'en Cuenca'. Los dirigentes del Valencia CF flipaban porque no entendían nada" asegura. 

ESPANYA 92 – VALENCIA 0
La juventud valenciana se aferró a aquella explosión de libertad post-transición como una seña identitaria. “El valenciano siempre ha sido fiestero por definición. Si no son los Moros y Cristianos, son las Fallas, y si no, la Tomatina y las mil fiestas de los pueblos” subraya Bernardino Solís, fundador de Spook Factory.

Pero además, el sentimiento de pertenencia de la juventud levantina a la Ruta era una respuesta al olvido institucional que España había ejercido contra Valencia. Agonizaban los 80, entraba una nueva década y el resto de grandes ciudades contaban con proyectos faraónicos ilusionantes. En 1992, Madrid iba a ser Capital Europea de la Cultura, Barcelona iba a celebrar unos Juegos Olímpicos y Sevilla la Expo Universal. Lo único que podía celebrar Valencia era la fiesta de cada fin de semana, que se había quedado fuera de aquellos fastos. “Había una pintada muy ilustrativa en varios muros de la ciudad en la que se podía leer: 'Espanya 92 – Valencia 0'. Aquello reflejaba un malestar generalizado”, cuenta Carlos Aimeur.


Valencia sólo tenía la fiesta y se la procuraron ellos solos, sin la ayuda de ningún gobierno. Y estaba a la vanguardia en todos los aspectos. Incluso en materia de drogas. A finales de los 80 empezaron a llegar a la costa levantina las primeras drogas sintéticas que se consumieron en España: el speed y, sobre todo, las pastillas de éxtasis. El efecto era similar pero resultaban mucho más baratas que las cápsulas de mescalina. Al éxtasis le costó muy poco hacerse popular, comerle el terreno a la mescalina y acabar canibalizándola. 

Javi, un antiguo rutero que ahora tiene 50 años, lo ilustra bien: “Yo ya no consumo drogas, pero en aquella época las probé todas. Y te digo: las primeras rulas (pastillas), las de mescalina, estaban mucho más buenas que las últimas. Las de la primera época valían entre 3 y 5 mil pesetas, pero te comías una o dos y te pasabas toda la noche bailando. No como las chuflas (pastillas) de los últimos años, que costaban cien duros (tres euros) o un talego (seis euros) pero estaban adulteradas. Te tenías que comer siete u ocho y te dejaban destrozado por dentro”.


EXTA SÍ, EXTA NO
En Valencia se innovaba. Y en ese afán por traer lo último de lo último acabó siendo contraproducente para el espíritu inicial. En materia de música, los DJ empezaron a incorporar sonidos electrónicos, algo que nunca se había bailado en las salas españolas. Prototechno belga, hardcore alemán… Se dejó de pinchar rock, glam y new wave para ofrecer sonidos más industriales, machacones y repetitivos. Todo compuesto por ordenador. Se abandonaron las guitarras y se incorporaron las máquinas. De ahí que el sonido se empezase a conocer como “música makina”, un concepto que luego se desarrolló hasta el límite en las discotecas de Cataluña. La llegada de la música electrónica y la generalización de la técnica de “mezclas” incorporada por Fran Lenaers arraigaron pronto entre la concurrencia, convirtiéndose así en una nueva seña de identidad.

El éxito fue tan rotundo que los propios DJ se empezaron a convertir en productores de sus propios temas. En 1991, Chimo Bayo, residente de la discoteca El Templo, publicó una canción titulada “Así me gusta a mí” que se convirtió en número 1 de ventas en España, Israel y Japón. Un auténtico pelotazo internacional que, a la larga, ha devenido en el himno no oficial de la Ruta del Bakalao.



El estribillo decía: “Exta sí, Exta no, exta me gusta me la como yo”. El consumo de éxtasis, como indica la letra, estaba ya tan generalizado que se había convertido en la última seña de identidad del movimiento. Ya no había heroína ni mescalina, sino nuevas drogas de diseño como bandera, e incluso se les dedicaban canciones.

Las nuevas sustancias comportaron cambios incluso en los patrones de consumo de los asistentes a las sesiones. Los cubatas dieron paso a los botellines de agua por varios motivos: “Nos decían que las pastillas no subían si te las tomabas con alcohol, que había que tomarlas con agua”, rememora Javi, el rutero. Además, el alto poder de deshidratación del éxtasis obligaba a los consumidores a tener agua siempre cerca. Así, la concurrencia se agitaba al son de música electrónica con botellines de agua en las manos. “Los dueños de las discotecas cortaban el agua de los lavabos para que tuviésemos que comprar botellas de agua. Si no tenías dinero te deshidratabas”. 

EMPIEZA EL DECLIVE
A principios de los 90, la fama de la Ruta del Bakalao se había desbordado. Todas las noches llegaban autocares de toda España cargados de jóvenes ávidos de vivir la mítica noche valenciana. Buses procedentes de Cataluña, Galicia, Madrid o Andalucía descargaban a decenas de jóvenes ávidos de nuevas drogas, música de moda y salas que abrían en horarios inusuales.

De contar con unas pocas salas casi clandestinas, Valencia pasó a convertirse en una especie de parque temático de las discotecas, con todo lo que ello conlleva. La movida valenciana se masificó y se hizo incontrolable.

La fama de la Ruta trascendió fronteras. Hasta en el extranjero admiraban a Valencia y su fiesta. Así, en materia de música, la demanda de temas propios para exportar al extranjero era tan grande que se empezaron a producir discos en masa y eso fue en detrimento de la calidad.

Los primeros cañeros, los que llenaron las salas en los 80 en busca de las novedades de rock internacional y bailaban con la mescalina, ya no salían de ruta. Se habían hecho mayores y no encontraban la música alternativa que les llevó al llenar las pistas. Aquellos pioneros valencianos dejaron de ir de fiesta y ocupó su lugar una nueva generación de jóvenes de todas partes que buscaba música electrónica pasada de revoluciones y pastillas de éxtasis.

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MUERTES EN LA CARRETERA
La carretera fue otro de los factores que contribuyó a demonizar la Ruta del Bakalao. El tránsito nocturno por la carretera de El Saler nada tenía que envidiarle al diurno. La masificación trajo consigo consecuencias negativas, como el incremento de la siniestralidad.

Ramón, un policía municipal de Sueca, recuerda la cantidad de accidentes de tráfico que se registraban cada noche en la carretera de El Saler. “El positivo en alcoholemia no era un delito penal como ahora. Lo único que podíamos hacer era inmovilizar el coche hasta que al conductor se le pasase la borrachera. Y es que, paradójicamente, el que tomaba cubatas era el conductor. El ‘tipo sano’ era el que bebía alcohol. El resto de ocupantes del coche iban drogados con pastillas, así que sólo bebían agua. El que tenía que conducir intentaba no drogarse. Pero como también se lo quería pasar bien, bebía. Y pasaba lo que pasaba” concluye el agente.

Este comportamiento temerario tenía consecuencias funestas. Las discotecas estaban ubicadas a las afueras de la ciudad, entre los arrozales. Esos cultivos están rodeados de acequias, estrechas rieras por las que se evacua el agua. “Algunos de los accidentes eran terribles. Recuerdo una noche en la que un Renault 5 ocupado por cinco personas se cayó dentro de la acequia que había al lado de la sala Chocolate. Como el río era tan estrecho, no pudieron salir del automóvil porque las puertas no se abrían por completo al chocar contra las paredes de la acequia. El coche se hundió lentamente ante la mirada de la gente, sin que nadie pudiese hacer nada. El conductor fue el único que logró salir al romper el cristal delantero. Los otros cuatro ocupantes murieron ahogados” rememora el policía de Sueca.

1993: LA TELEBASURA MATA AL MITO
Otro de los factores que condenó a la Ruta fue la llegada de los nuevos formatos televisivos. Los canales privados abrieron en España en 1989. A principios de los 90 se empezaron a priorizar los programas que llevasen sucesos, excesos y escándalos. La Ruta era un caldo de cultivo excepcional para ello: jóvenes, drogas, accidentes y fallecimientos. Así, la Ruta se convirtió en una víctima propiciatoria para los reportajes sensacionalistas. 

Aquellos impactantes formatos se extendieron como la pólvora. Y aprovechando el tirón, en 1993, Canal + emite un documental sobre la Ruta del Bakalao en el que refleja todos los tópicos posibles. Presentado por Carles Francino, aquel programa de casi una hora se convirtió en el primer antecedente del actual “Callejeros”. Cámara en mano, los periodistas se adentraban en las discotecas de moda y entrevistaban en los parkings a los ruteros más drogados.


Aquella emisión provocó dos reacciones bien diferenciadas: por una parte escandalizó a los padres; por la otra, provocó que los hijos quisieran formar parte de aquel circo. Empezaron a llegar cada vez más jóvenes a Valencia y la opinión pública ya se había conformado una visión grotesca de lo que sucedía en aquellas discotecas. Los medios de comunicación se aprovecharon: “Ponías la tele y veías la guerra de Bosnia y la ruta del Bakalao, las dos juntas en la sección de sucesos”, rememora Carlos Simó.

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En la misma línea se pronuncia Bernardino Solís, que recuerda que después de aquel documental “llegaron canales de televisión de todo el mundo a hacer programas sobre la Ruta. Nosotros estábamos muy interesados en explicarles las medidas de seguridad tan avanzadas que tenía Spook Factory, pero ellos insistían en que sólo querían ver drogas”.

“Ponías la tele y veías la guerra de Bosnia y la Ruta del Bakalao, las dos juntas en la sección de sucesos”

Los controles policiales empezaron a proliferar. “Había que controlar la situación, no digo que no. Pero la policía llegó a excederse. Yo he visto a agentes hombres cacheando a chicas, a jóvenes ruteros desnudos en los parkings por los registros. La gente que iba a las discotecas se convirtió en el objetivo de todas las miradas de la opinión pública”, sentencia Bernardino Solís, con un punto de indignación todavía aunque hayan pasado más de 20 años


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CAMBIO DE PARADIGMA
Así, la situación en la que se encontraba el ocio valenciano a mediados de los 90 había cambiado radicalmente con respecto a la década anterior. En Valencia ya no había novedades de rock internacional, ni las discotecas la ocupaban jóvenes locales buscando espacios alternativos. El techno se lo había comido todo y se había extendido por toda España. Musicalmente, Valencia ya no tenía ningún elemento diferenciador. Tampoco quedaba ya mescalina. El éxtasis se había hecho fuerte entre los jóvenes que llegaban de todas partes de España a abarrotar las discotecas, esperando encontrar aquello que los medios de comunicación presentaban como un auténtico infierno nocturno.

Ese cambio de sustancias también provocaba otro tipo de comportamiento en los consumidores. “Cada vez había más peleas”, asegura el policía local de Sueca. "Es que las últimas pastillas no daban tan buen rollo como las primeras" insiste Javi el rutero, intentando encontrar una explicación.

También se incrementó la presión policial, los controles, los siniestros y las multas. La legislación empezó a cambiar a mediados de los 90 y cada vez era más difícil para los empresarios abrir sus salas durante el día. “Nos empezaron a poner trabas. No nos dejaban abrir por las mañanas. En Ibiza, ese modelo se ha respetado y mira qué bien ha funcionado”, explica Bernardino Solís, “pero en Valencia ya estaba todo demonizado”.


EL TIRO DE GRACIA
Tras el boom mediático, la discotecas de la Ruta cumplieron su ciclo, igual que lo cumplen las discotecas de cualquier otro lugar. La gente se empezó a aburrir, comenzó a decaer la asistencia y muchas salas cerraron. No hay una fecha exacta del final de la Ruta del Bakalao, pero los protagonistas lo cifran en torno a 1996. Hay quien habla de un año antes o de dos años después. Las discotecas no cerraron de golpe, pero el espíritu de la Ruta ya había desaparecido. Las salas de Valencia ya no eran especiales y murieron de éxito. Tanto influyeron en la forma de entender la fiesta en el resto de España que acabaron diluyéndose con las de cualquier otra parte, porque ofrecían lo mismo. 


En la actualidad, sólo un par de ellas (Barraca y Spook) abren una vez al mes con fiestas remember. Las otras míticas, como Chocolate (que posteriormente intentó reabrir con el nombre de Qoqoa), Puzzle o The Face, permanecen en ruinas, llenas de pintadas nostálgicas de aquella mítica fiesta.

Una fiesta que continuó en Cataluña. Las salas catalanas adoptaron la música que entró por Valencia y le dieron una nueva vuelta de tuerca. Aceleraron aún más las revoluciones, pinchaban música cada vez más rápida y el ambiente entre los asistentes era cada vez más violento. Cataluña cogió el relevo de aquel bacalao valenciano del que no quedaron “ni las raspas” y lo explotó durante toda la década de los 90. Pero esa ya, es otra ruta. Otra historia.

EN LA ACTUALIDAD


Chocolate, Sueca 
La que fue considerada como la catedral es hoy una sombra de lo que fue con su famosa fachada y torres color adobe descascarilladas y su sala de baile de ladrillo repintada de azul reducida a escombros. Antes del cierre fue Qoqoa pero hoy está en venta.



Scorpia (Central del Sonido), Igualada 
Su célebre mano, icónico logo serigrafiado en tantas camisetas, acabó por los suelos. Abierta en 1993, comenzó andadura desde la música makinera para evolucionar hacia el progressive. Sus fiestas atraían en masa a gente de toda la geografía española. La normativa y el declive de afluencia propiciaron su cierre en 2003. Permanece la carpa metálica en el descampado, una estética industrial muy propia de esta cultura.

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Puzzle

El último gran templo valenciano de la Ruta Destroy en cerrar sus puertas a cal y canto. Sus dos últimas sesiones, tras 25 años de apogeo, fueron en octubre de 2001. Todavía desde la carretera, y al borde de las albuferas, puede verse su edificio fabril son su fachada acristalada.
Imagen relacionadaSe retrasa el regreso de Puzzle, uno de los iconos de la Ruta del Bakalao
Ruta del Bakalao, Valencia, Puzzle

Pont Aeri, Manresa 
La más efímera de todas, apenas duró un año operativa (2000-2001) pero por unas cosas o por otras sigue fresco el recuerdo en la memoria de los que alguna vez la visitaron. Su logo alado, sus sonidos extremos propios del hardcore, su ambiente igualmente extremo… Podría haber sido el paraíso del Neng de Castefa, con aquellas fiestas interminables, pero el destino estaba sellado. Todavía hay gente que peregrina hasta sus antiguas instalaciones, con capacidad para apenas 500 personas.



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Bananas, El Romaní 
Una leyenda, un mito de la noche con Manolo Sánchez “Morris” como cara visible y que, desde 1987 al año 2013, fue territorio celebrity celtibérica. Pachanga, gogós enjauladas y en topless, concursos de Miss España, cañones de luz desde su pirámide de cristal la mar de hortera, 9.000 personas de aforo, pool parties, techos desmontables, una inversión millonaria… Los restos de la macrodisco todavía son visibles en el solar.

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The Face, Pinedo 
El empresario del ocio nocturno Bernardino Solís fue el artífice de esta discoteca, una más de cuantas levantó, incluida la mitiquísima Spook Factory, todavía en pie en la misma localidad. Con terraza y, sobre todo, con uno de esos aparcamientos en donde se hacía mucha “vida”, este santuario del house pasó a mejor vida desde que fue renombrado Lips, ya en manos de otra gerencia. Las ruinas son el hogar de unos nada sociables perros callejeros.

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Villa Adelina, Les Palmeretes 
Una pequeña finca mediterránea situada en el mejor punto estratégico de la ruta: junto a la legendaria Barraca. El discopub arrancó allá por 1991 y sus sesiones suaves de tarde ambientaban el descanso del guerrero previo paso por Puzzle, Heaven o Chocolate. Una de las paradas obligadas en la mañana makinera. El chalet y el jardín de naranjos ya no son lo que eran.

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Spook Factory
Mucho más cercana a Valencia, en Pinedo, recogía al principio a la gente que volvía de las 3 discotecas anteriores, además de contar con algunos jóvenes valencianos que podían desplazarse hasta allí con moto. Luego se hizo famosa también por sus sesiones de los viernes, y por sus horarios interminables (paraban la música media hora y volvían a empezar). Ahora ya no queda ningún resquicio de aquella discoteca que llegó a ser un referente, y la nueva Spook se ha centrado en estilos musicales mucho más comerciales para seguir languideciendo en sus aperturas sabatinas..
Spook, que abrió por allá en el 1984 sustituyendo a su anterior nombre, San Francisco, tuvo su época de gloria entre 1988 y 1993, siendo una de las más grandes y visitadas de aquel entonces. Para muchos, la leyenda del murciélago sigue viva en una de las discotecas más míticas de la Ruta Valenciana.

Pista de baile de Spook Factory, que sigue funcionando con conciertos y fiestas privadas.
Uno de los accesos a Spook, en la carretera de Pinedo.
Ruta del Bakalao, Valencia, antigua Spook


Arabesco
“Me voy a Arabesco, a ver que pesco”. Con el cierre de esta bonita discoteca que triunfó en los años 90, y que más tarde se llamó Queen y Space, se acabó con la recurrente y odiosa frase. Ubicada en San Antonio de Benagéber, las denuncias vecinales y la inseguridad del local a raíz de su deterioro y nulo mantenimiento, acabaron cerrando la discoteca famosa por sus sesiones “Remember”. Una de las más bonitas por fuera con su estilo entre árabe y neoclásico. Ha sido desvalijada por dentro y el año pasado salió a subasta por 3.3 millones, 
Vista panorámica de Arabesco, ubicada en término de San Antonio de Benagéber.
Muros en las inmediaciones de Arabesco, que fue saqueada tras su cierre.
Detalle de Arabesco, cubierta por la vegetación del entorno.
Arabesco fue una de las construcciones más espectaculares de principios de los noventa.


 Don Julio NOD
NOD, discoteca también llamada Don Julio en sus inicios, abrió en 1986 con el nombre de Bravatta y abierta más tarde como Don Julio, en 1988, para adaptar el nombre de NOD de una manera muy curiosa. Su dueño, Clemente Martínez, decidió quitarle al nombre la palabra “Julio”, e invertir la primera palabra, “DON”, dando como resultado NOD con la letra N al revés. Curioso. Bravatta fue abierta por Toni Vidal (el Gitano) tras su marcha de Chocolate y por la cabina de NOD ha pasado gente como Kike Jaén y Dj Nino.
La cultura del parking estaba más que presente en la discoteca de Ribarroja, donde sus fiestas en el exterior eran más que habituales, así como las Paellas en la parte posterior, que eran la tónica habitual de esta discoteca que marcó tendencia y época.

Acceso a Don Julio, en Riba-roja, especialista en los horarios 'after'.
El interior de Don Julio, que más tarde pasaría a denominarse NOD.El interior de Don Julio conserva la estructura original de la sala.
El interior de Don Julio, que más tarde pasaría a denominarse NOD.

Detalle del exterior de Don Julio, que hoy se alquila para fiestas de colectivos sociales.


Barraca 
Pioneros entre las discotecas valencianas, con un sonido importado (dicen los entendidos) de Manchester, marcó el inicio de la época gloriosa de las discotecas valencianas. Ubicada junto a la Albufera, en Les Palmeretes de Sueca, sembró el germen de lo que luego fue la Ruta, y muchas fueron las que abrieron al calor del éxito de Barraca e imitaron su estilo, conocido como “Sonido Valencia” fuera, y que la gente de aquí llamaba música barraquera, lo que deja entrever su enorme influencia.

Exterior de Barraca, donde todavía se celebran sesiones y fiestas especiales.
Ruta del Bakalao, Valencia, Barraca
Ruta del Bakalao, Valencia, Barraca
Las 10 discotecas más míticas de Valencia

Heaven
Una discoteca en El Perelló que abrió sus puertas en el año 1989. Heaven fue la primera que abría sus puertas los domingos, con horario “innovador de apertura”: Las 6 de la mañana. Era punto de encuentro de aquellos que deseaban continuar la fiesta, incluso para aquellos que les encantaba la “cultura del parking” y que era de visita obligada a pesar de no entrar. Cuentan que la música allí estaba muy fuerte, tanto que el impacto que tu cuerpo sufría al entrar te llenaba de energía para continuar la fiesta, donde cobraba protagonismo las letras amarillas de la fachada principal.
La mítica discoteca echo su cierre definitivo en el año 1996, donde el último tema que sonó en Heaven fue “Children” de Robert Miles 

Ruta del Bakalao, Valencia, antigua Chocolate
Ruta del Bakalao, Valencia, antigua Chocolate


ACTV
Dicen que ACTV tenía por aquel entonces el mejor sonido e iluminación. ACTV, que abrió en 1986, tuvo en cabina en sus inicios a Fran Lenaers, además de pasar por ella gente como Jorge Zamora o Arturo Roger, que marchó años después a Barraca. También por ella pasó el gran, ya fallecido en 2004, Manolo el Pirata (Manuel Baldomero Sampedro), que pincho en ACTV entre 1991 y 1996.

Situada en la Malvarrosa, en la actual Eugenia Viñes en el desaparecido edificio de Termas Victoria (de ahí muchos creen que le viene el nombre de ACTV, Actividades Culturales Termas Victoria, aunque no es cierto…), sustituyó a locales como Tropical para dar paso a una nueva tendencia, ya que en sus inicios fueron las sesiones de after-hours de sábados y domingos los que marcaban la pauta, donde el new beat, una mezcla de EBM y techno con el toque del “sonido ácido” y acid house, era la música que podía escucharse por aquel entonces. Según los creadores del logotipo y marca de ACTV, “toda la idea era hacer un juego de palabras entre AC, de corriente alterna, y TV, como guiño a la televisión”

Ruta del Bakalao, Valencia, antigua ACTV
Ruta del Bakalao, Valencia, antigua ACTV
Fuente: Antiguas Termas Victoria (Valencia, España) | by Candreu (FLICKR)

Arena antes Pacha
Fuera de la Ruta del Bacalao había una serie de discotecas o salas que también han pasado a mejor vida. Arena fue la sala de conciertos de referencia en Valencia desde el 1983 hasta el 1999 cuando se apagaron definitivamente sus micrófonos, aunque también funcionaba como discoteca. 
A principios de los años ochenta, los hermanos Napoleón y Ragel Beltrán adquirieron junto con otros socios el almacén de Patatas Bayarri para erigir en su lugar una discoteca y sala de conciertos inspirada en el Arena de Londres. Dotada de un equipo de sonido e iluminación insólita en la Valencia de aquel momento, el auditorio de Benimaclet –bautizado inicialmente como Pachá- se convirtió rápidamente en el epicentro de la “Movida Valenciana”. La elección de Nina Hagen para el concierto inaugural en 1983 era toda una declaración de principios: esa no iba a ser una sala de provincias. Allí se iba a hacer ruido.
En poco tiempo, Arena Auditorium se hizo un nombre a nivel nacional gracias a su programa y a su excelente acústica. No en vano fue elegida por Santiago Auserón para grabar el disco en directo de “Escuela de calor” en 1989. También la banda de heavy metal Manowar incluyó en su disco “Hell on wheels” dos temas registrados en Valencia.
Consum quiere, o ya lo ha hecho, construir un supermercado en el edificio.

La mítica sala de conciertos Arena Auditorium de Benimaclet se convertirá en un Consum

Distrito 10
Distrito 10 abrió en 1982 y dos años después, en 1984 bajo la dirección de Tati Tamarit, consiguió el premio a la mejor discoteca de Europa. Se dice de ella que fue referente, y de fama internacional, donde llegaron a actuar famosos dj´s y otros personajes.
Costó, por aquel entonces, 350 millones de pesetas de la época, y desde el primer día se la comparaba con la mítica Studio 54 de Nueva York. Casi nada. Sus inversores eran valencianos, el constructor Salvador Benlloch, como máximo accionista, Carlos Vila (Don Carlos), Jonchu Ugarte (Ugartesa) y Manolo Otero. Cerró, definitivamente, en el año 1994.
Con un punto más pop-rock que las discotecas de la Ruta (sobretodo al principio) y ubicada frente a Viveros, es decir, bastante céntrica, se convirtió en la discoteca de moda en la época de los 80. Cerró en el 94, una década después de haber sido elegida la mejor discoteca de Europa. Siempre se comparó con Studio 54 y por allí pasaba toda la gente bien de Valencia sin excepción. de ahí su fama de discoteca elitista. Fueron pioneros en “patear” la calle con relaciones públicas y flyers: y también con sus espectaculares fiestas temáticas. El edificio se derruyó y ahora allí se erige un moderno centro de estudios. 

Fuente: www.dolcecity.com

Jardines del Real
Conocida últimamente como Betty Pop, y anteriormente como Llampua y Le Suite. Esta discoteca abierta en 1985 cerró hace no mucho para dejar el centro de la ciudad huérfano de salas con solera. Ubicada frente a Viveros, muy cerca de la antigua Distrito 10, este local etiquetado de “pijo”, era uno de los más conocidos y frecuentados por los jóvenes de la ciudad, que tras ir a Woody (también cerrada y tanto o más mítica que Jardines) se pasaban por Jardines. Ahora tapiada, las continuas denuncias vecinales, que incluso obligaron al Ayuntamiento a pagar una indemnización, han acabado por cerrar una de las discotecas más antiguas que quedaban abiertas en la ciudad, y que estaba orientada a música mucho más popera y comercial



Espiral
Abierta desde finales de los 70 bajo otro nombre, un 18 de Abril del año 1981 en L´Eliana nació “Espiral”. Según hemos leído, y oído, Espiral estaba hecha de otra pasta. E
Dos de sus primeros dj´s fueron dos hermanos, Quique y Juanjo Serrano, además de Jesús Brisa, entre otros. Según cuentan, era considerada como la más “cañera”, una discoteca que tenía una terraza con piscina y que era famosa por sus sesiones de sábados tarde y sábados noche.
Al igual que otras discotecas, Espiral apostó también por los conciertos, donde grupos nacionales e internacionales como Golpes Bajos, Siouxie and The Banshees, Alan Vega, La Mode, La Unión, Gabinete Caligari, Seguridad Social o Comité Cisne, tocaron en su interior.
Curiosamente, Espiral fue la primera en producir su propio tema o propio disco, de gran éxito, llamado “Espiral Dune” 

Resultado de imagen de discoteca espiral

El templo
Un gran obelisco de metal que iluminado de noche e imponente de día marcaba la entrada al 'Templo'. En esta discoteca se vivieron los cuatro años que -aseguran- fueron los más intensos y convulsos de la RUTA DEL BAKALAO.
Erigido como un ídolo local, Chimo Bayo emitía un mensaje en 1991:
"Buenas noches y bienvenidos al TEMPLO amigos. Va a comenzar una cosa que jamás se ha visto en el siglo XX, un Templo hecho para el hombre y especialmente dedicado a todos los que bailan... Destrucción total en el mundo mientras aquí solamente nos preocupamos de bailar y pasarlo bien.



La Historia que nadie se atrevió a contar sobre la verdadera Ruta Destroy o ruta del Bacalao



PREAMBULO
La semilla de la denominada “Ruta Destroy” se sembró a caballo entre finales de los 70 y primeros 80, dentro de lo que fue la particular “Movida Valenciana”, movimiento que a pesar de tener mucha menos repercusión mediática que la conocida Movida Madrileña y de haber sido injustamente marginada, muchos afirman que tuvo tanta o mayor importancia real que esta, no solo por la infinidad de grupos autóctonos que aparecieron y la vitalidad cultural que aportaron a la ciudad de Valencia, mientras que la verdadera movida madrileña fue en realidad, en palabras de muchos que la vivieron, disfrutada por unos pocos privilegiados, sino porque esta otra movida, la valenciana, actuó como potente catalizador para que una ingente cantidad de grupos extranjeros, principalmente e inicialmente británicos, fueran dados a conocer en toda España, a través de Valencia, donde dieron su primer paso en la península, para después dar el salto al resto del país. Además, la de Valencia acabó derivando en el culto a esos centros de ocio llamados discotecas, creando por primera vez en España un movimiento de música de baile con sonidos que hasta entonces no eran entendidos como tal, sonidos de importación que asiduamente traían los disc-jockeys valencianos y otros personajes importantes directamente desde Londres, Manchester, y otras ciudades europeas. Lo que derivó en la posteriormente llamada Ruta Destroy. El término movida valenciana, de hecho, se ha extendido hasta incluir a la movida discotequera de la Ruta Destroy.
A finales de los 70, en plena transición, la ciudad de Valencia, que por aquel entonces apenas llamaba la atención en cualquier aspecto cultural, político o social, quiso reclamar su parte de protagonismo. Durante la era Post-Punk y New Romantic (la llamada era new wave), la ciudad empezó a florecer, no sólo musicalmente sino también culturalmente. Empezaron a aparecer grupos musicales autóctonos con una marcada tendencia vanguardista, y de una manera menos mediática que en Madrid. Se dice que mientras en Madrid, los iniciadores del movimiento fueron Kaka de Luxe y Burning, en Valencia lo fueron, en 1979, La Banda de Gaal y seguidamente La Morgue. Grupos como Seguridad Social, Video, Glamour, Comité Cisne, Betty Troupe, In Fraganti, La Morgue o Interterror lideraban una legión de artistas valencianos que apostaban por los nuevos sonidos llegados directamente del Reino Unido o Alemania, y empezaban a poner de moda la imagen del post-modernismo de principios de los 80, con looks elegantes, sofisticados y estridentes, heredados y evolucionados de la era punk. En esa época, un local sobresalió entre todos por su amalgama cultural, Pyjamarama, pero hubo otros, como Bowie, Gasolinera, Tropical (que años más tarde se conocería como ACTV), Video, Estandarte o Planta Baja. Asimismo, debido a esta apertura en Valencia a sonidos no tan convencionales, muchos grupos extranjeros empezaban su andadura por tierras españolas pisando primero Valencia, como el caso de Soft Cell. La gente empezó a interesarse cada vez más por estos sonidos de synth-pop/rock/pop/gótico, etc, en su mayoría procedentes de las islas británicas, en una época con demasiada influencia de la canción ligera y de cantautor. En aquel momento, sin embargo, aún no había ninguna discoteca que realmente pinchase esa clase de sonidos. Dichos sonidos no iban ligados a la música de baile, que aún estaba basada casi exclusivamente en música negra (funk, los inicios del house, etc) y sonidos disco europeos como el italo-disco, y por ello, aún no se entendían como tal, por lo cual aún estaban relegados a las salas de conciertos y los bares de copas. Seguían existiendo exclusivamente las boîtes y salas de fiesta setenteras, tapizadas y llenas de espejos.
Fue a raíz de abrirse una sala llamada Oggi, auspiciada por el principal precursor y gurú de la movida discotequera, Juan Santamaría, cuando esos sonidos, y toda clase de rarezas electrónicas y guitarreras, eran pinchados para un público aún muy selecto y con grandes inquietudes musicales y culturales. La sala no tardó en decaer por oscuros derroteros (gente adicta a la heroína y otros problemas). Más adelante, la misma gente responsable del Oggi se trasladó a la sala Metrópolis, en un intento de agrupar a todas las tribus urbanas de Valencia (rockers, mods seguidores del garage rock o del ska y otros sonidos con marcada influencia sesentera, nuevos románticos, punks, góticos, etc), tribus que por aquel entonces y durante todos los 80 fueron muy prolíficas. Esto no estuvo exento de problemas, ya que muchas de estas tribus urbanas rivalizabasn entre sí, como los rockers y mods. Hasta que la fiesta se trasladó a una sala llamada Barraca, en   en Les Palmeres (Sueca).

Barraca empieza la fiebre
 Todo se puede decir que empezó allá por 1982 , Barraca una legendaria discoteca cambio su forma de entender la música y cambio su ambiente por uno mas radical y liberal ,los sonidos electrónicos principalmente alemanes hacían presencia en Barraca, esta discoteca que fue inaugurada allá por 1976 dio el paso definitivo para empezar toda esta locura cuando decidió cambiar el panorama musical de su local de ocio . Front 242 ,Kraftwerck ,Ultravox , Anne Clarke ,Invisible Limits , Farm ,Vicius Pink , A split second etre otros empezaban a sonar por las noches de Barraca Destroy , la fiebre estaba cerca de llegar las sesiones se hacían cada vez mas largas y se hacia normal ver amanecer en su terraza , aun así Barraca aun no era del todo conocida hasta que Abrió Chocolate en Septiembre de 1982 ,fue el impulso definitivo para comenzar la ruta ,la gente se empezó a congregar por aquélla zona entre el Perelló y Sueca , en 1983 se hacían populares los viajes de una discoteca a otra ,Chocolate impulso sus sonidos hacia un corte mas radical y vibrante ,Barraca se encomendaba mas a sonidos mas Synt Pop y electrónico melódicos , Los denominados chocolateros disfrutaban como enanos con la maquinaria alemana (industrial) que Chocolate tanto apreciaba pinchar es sus locas sesiones hasta el amanecer , todo esto impulsado por una droga que iba a ser determinante para forjar la leyenda .LA MESCALINA ,una mezcla de excitantes con estimulantes varios tales como anfetamina, centramina y lisedrinas ,estas drogas mezcladas con alcohol revitalizaban las ganas de bailar y las ansias (virtuales) de vivir .

1984-Nace Spook Factory
Todo era buen royo por Barraca y Chocolate ,sus interminables sesiones se hicieron famosas en 1984 ,cuando abrió para muchos la mejor discoteca de todos los tiempos en la península ,Spook Factory la mas psicodélica y excéntrica discoteca de la costa levantina una leyenda viva ,rompió moldes con sus sesiones matutinas abriendo viernes y sábados ,atrayendo así a gente necesitada de experiencias radicales de evasión , la ruta empezaba a tomar forma ,Valencia se esgrimía como la capital mundial de la fiesta Techno , los grupos alemanes electrónicos eran los lideres en las sesiones de las discotecas ,la música Industrial llegaba su máximo esplendor con los Front 242 este grupo nacido en 1982 hizo las delicias de los jóvenes de la época con sus sonidos radicales y sus vibrantes percusiones electrónicas .
¿por qué Valencia? Porque Valencia fue la ciudad elegida para la evasión y la expansión de libertades y no por ejemplo Madrid o Barcelona , hay muchas respuestas ,muchas lógicas e ilógicas pero la que mas se sustenta es la idea de que tras la represión por la muerte del caudillo Madrid estaba muy en el punto de mira y Barcelona se cernía como una ciudad nacional socialista . Valencia estaba liberada de toda presión social y era idónea para crear un ambiente evasivo de euforia compartida , esta libertad se empezaba anotar en la misma ciudad donde locales nocturnos cerraban sus puertas entre las 5 y 6 de la madrugada ,con esta premisa era fácilmente adivinable lo que se venia encima.

1986-Se forma la ruta
En 1986 abrió Puzzle ,la mas colorista de la ruta Destroy ,sus sonidos mas light y sus increíbles y novedosos robots de luces hacían estragos entre los que precisaban sonidos mas bailables y menos radicales como los pinchados en SpookFactory y Chocolate , Red Flag ,Camouflage ,Cretu , Farm ,Movement eran grupos mas de acordes con la filosofía de Puzzle , pronto capto mas adeptos a su música mas ligera pero bailable como pocas , la ruta ya había tomado la forma deseada ,después vendrían mas pero los auténticos promotores de esta ruta fueron Barraca ,Chocolate ,Spook Factory y Puzzle , situadas en el Perelló la mayoría de ellas y en el Saler , El triangulo de las bermudas se determino a las tres discotecas que se congregaban en el Perelló , Barraca Chocolate y Puzzle , mientras tanto en la ciudad los locales seguían cerrando a las 5 y 6 de la madrugada ,muchos de los que cerraban los garitos de la ciudad tenían ganas de fiesta ,frase que se hizo famosa por la ruta ,y no dudaban en acudir a Puzzle o Chocolate , cuando llegaban a estas discotecas ya estaba amaneciendo y cuando entraban cerraban a las pocas horas 8 o 10 esto hizo que el publico animara a los Dj a seguir pinchando sin parar ,asi sucesivamente cada fin de semana ,poco a poco las sesiones se hacían mas largas ,11Am,12Pm,13Pm horas hasta llegar a sesiones verdaderamente de locura ,las 15:00 horas ,Puzzle y Barraca llegaban a cerrar a las 3 de la tarde ,sesiones maratonianas de puro infarto ,en 1987 la Mescalina hacia poco a poco su desaparición para dejar su lugar al Speed verdadera alma de la ruta Destroy ,el Speed era el aliciente perfecto para activarte cara al fin de semana ,el Speed ya existía mucho antes , sus derivados son casi al 100% anfetamina pura , esta droga en polvo era una verdadera bomba para la gente que quería vivir sin dormir ,otra de las frases que se hicieron famosas en la ruta Destroy .

1987 nace Espiral alargándose la ruta
Y llego Espiral en la primavera de 1987 apartada de la ruta pero igual de importante en su estructura ,era una discoteca con piscina de forma redondeada(hoy un restaurante, cada vez que paso por allí sonrió irónicamente) ,en poco tiempo Espiral iba a ser la discoteca mas loca de Valencia ,los mas desfasados se citaban en espiral ,los cuartos de baño eran compartidos por chicos y chicas que se drogaban en la mismísima discoteca , la droga circulaba por las discotecas con total libertad ,era fácil ver alguien hacerse un tiro en la misma pista de baile ,el descaro era tal que incluso algún Dj que otro se hacia su propio tiro encima del vinilo que estaba pinchando . Eran tiempos de máxima locura ,no habia control solo descontrol ,la música electrónica se hacia cada vez mas famosa y el Rock gótico y el Synth Pop daban el paso definitivo a la maquinaria pura y dura ,la maquinaria alemana se hacia dueña de la mayoría de las pistas de la ruta Destroy ,se escuchaban por entonces a grupos como los Propaganda y su P.machinery ,verdadera revolución electrónica musical , era la época de los sonidos electrónicos obscuros , el publico que se juntaba en las salas bailaban como verdaderas maquinas industriales ,autómatas alimentados por sintéticas substancias que mezclaban con ríos de alcohol ,todo el mundo bailaba ,ni una sola alma estaba quieta ,cientos sino miles de jóvenes bailaban al compás de la maquinaria mas electrizante ,la ruta entraba definitivamente en su apogeo ,1988 fue su año dorado , ya se había forjado la ruta a seguir ,se empezaba la noche en Barraca ,mas tarde sobre las 5:00 los jóvenes se iban a chocolate o Spook Factory y a las 10:00Am si habían ganas(que las habían y muchas ) la gente prefería irse a Puzzle mucho mas sosegados , al mediodía la mayoría se iban a casa a pegarse una duchita y volver de fiesta a Barraca que abría por las tardes a partir de las 17:00Pm ,hasta alcanzar la noche entre compases musicales de locura , a las 2:00Am del lunes solía cerrar y la gente se marchaba a casa ,hasta la inminente llegada de A.C.T.V ,que hizo aparición con una peculiar presentación en la misma playa , en 1989 A.C.T.V. empezó abriendo sábados y domingos ,pero con el tiempo se forjaría como una discoteca de final de recorrido rutero ,o lo que es lo mismo ,iba a ser la discoteca con MAYÚSCULAS en la que la mayoría de jóvenes que habían comenzado la fiesta el viernes por la noche ,iban a terminarla el lunes por la madrugada en A.C.T.V ,tiempos de verdadera paranoia y locura generalizada , las ventanas horarias ya estaba formadas de tal modo que Spook Factory se empezaba a llenar de gente los viernes por la noche , era la discoteca ideal para empezar el fin de semana Destroy , el sábado por la noche sin duda Barraca ,Puzzle y Chocolate eran los dueños del movimiento rutero ,y lo domingos por la tarde Barraca y Espiral hasta llegar al domingo por la noche donde ACTV hacia su innegable presencia y donde la gente mataba sus últimos suspiros y fuerzas del fin de semana ,todo esto con la libertad horaria de hacer lo que sea y cuando sea ,el ocio nocturno se había instaurado en Valencia de forma irrevocable ,eran los mejores tiempos de la ruta sin duda alguna ,1989 iba a ser testigo de ello , la gran expansión a nivel nacional e internacional que la ruta Destroy iba a tener estaba llegando por todas las partes , los primeros madrileños y catalanes empezaban a fijarse en Valencia como destino a la evasión total de libertad , Valencia era una ciudad donde nadie dormía y donde todos hacían lo que querían y cuando querían ,la noche estaba servida ,los nocturnos eran ejércitos con ganas de pasarlo de locura ,costase lo que costase , Techno, drogas ,sexo y alcohol recorrían con mas fuerza la ruta Destroy , la llegada de una nueva droga pero no tan desconocida a la ruta ,iba a cambiar la fisonomía y el talante de la ruta Destroy , LAS PASTILLAS MARRONES ,traídas de los países bajos empezaban a hacer furor ,el Speed que tanto circulaba por las salas empezaba a mezclarse con aquella pastilla con forma de galleta , eran los tiempos del Hacid House ,una locura musical importada de los partys londinenses, fiestas privadas donde la gente se ponía hasta arriba de todo(acidos ,pastillas ,Speed…) a escondidas de la policía en locales clandestinos , En Valencia en cambio las fiestas que se montaban en la ruta eran totalmente legales ,no había que esconderse de nada ni de nadie era lo que realmente hacia de la ruta algo tan especial y peculiar ,un fenómeno sociocultural digno de ser estudiado . En 1989 Empezaban los sonidos electrónicos medieboeletrofranciscanos(por llamarlo de alguna forma) o lo que era lo mismo ,una fiebre de sonidos sacados de la edad medieval royo Karmina Burana o Enigma ,donde casi el 30% de los temas que se hacían por aquel año empezaban con voces franciscanas ,apocalípticas ,místicas o religiosas , por citar algún grupo los Misterius Art y los Megabeat entre otros , eran temas melódicos que empezaban de forma muy tranquila pero misteriosa hasta tomar el ritmo adecuado y acabar bailando el temazo a un ritmo frenético como pocos en las pistas de baile del desmadre Valenciano , corrían los últimos tiempos para adentrarse en la nueva década de los 90 y la ruta era proclamada zona de alto riesgo por juergas sin control . Lo que definitivamente abrio las puertas a toda la gente joven habiada de pasárselo de miedo sin control alguno .

1990 la ruta llega a su cenit
1990 seria el año en el que la ruta seria conocida por todos aquellos que buscaban en la noche algo mas que 3 o 4 horas de baile . Valencia era el centro de las miradas de todos aquellos que querían sentir el aroma de la madrugada ,el viento del amanecer al salir de la discoteca al despuntar el alba.
Para aquellos románticos que soñaban con ver amanecer en el parking mientras su chica le abrazaba extasiada por el embrujo nocturno de la libertad de la ruta mítica Destroy . Con la entrada en la nueva década surgía una nueva forma de entender la noche , y las discotecas se ampliaban a la zona del parking donde se montaban verdaderas locuras festivaleras . En el parking se podía bailar mientras tenias el radiocasete del coche a toda pastilla , se montaban verdaderas juergas de amigos que se reencontraban en el parking y acababan 5,6,o 7 dentro de un coche esnifando Speed y bebiendo sin parar y los mas canallas se dedicaban a ligar con las bellezas mas representativas del lugar, eran otros tiempos ,mas modernos pero igual de locos , la fiebre del parking se consumo con la apertura del NOD en 1989 (Don Julio), esta discoteca situada cerca de Ribarroja ,era el máximo exponente de las fiestas en los parking ,con el resultado en el tiempo de que en su parking se llegaron a hacer sesiones interminables de 24 horas non STOP ,sustituyendo las salas de baile por el polvoriento parking ,donde se formaban increíbles hafter hours .

1991 Las sesiones interminables.
1991 fue el año de los records ,NOD batió el record de una sesión de baile en su parking con mas de 24 horas sin parar de bailar , y Barraca por su parte inauguro en su sala la sesión mas larga reconocida hasta la fecha en cualquier discoteca europea ,48 horas de sesión de baile , una verdadera y apoteósica locura musical , 2 dias bailando al ritmo que mandan los platos , eran también la época del resurgir del sonido de Valencia,que ya llevaba tiempo en el anonimato (el sonido de Valencia sonaba ya por 1988) ,MEGABEAT ,PIROPO ALDUS HAZA entre otros sonaban con mas fuerza que nunca ,eran grupos levantinos que con sus sonidos hacían vibrar a los ruteros de la época ,una filosofía musical que hizo mas famosa aun si cabe a la ruta Destroy(Ruta del bacalao para aquellos que se incorporaron tarde) Los MEGABEAT con Fran trax y Leonar a la cabeza ,ex Dj de Spook Factory fueron el grupo con mas seguidores de la época ,sus canciones te hacían sentir que estabas viviendo en autentica libertad ,y que los sonidos electrónicos mas puros del grupo te transportaban mas allá de lo que tu mente podía imaginar , compusieron multitud de temas ,verdaderas joyas musicales ,que ya han caído en el olvido ,pero muchos de nosotros recordaremos y que fueron ellos los pioneros del sonido de Valencia junto con la gente joven que bailaba sin cesar al son de sus ritmos mas frenéticos y míticos .
A caballo entre las décadas 80 y 90, fueron apareciendo nuevas salas, de importancia relevante, sí, pero todas y cada una girando al son que marcaban las más veteranas. Discotecas como Heaven, anteriormente llamada Pomelo, pequeña sala cavernosa cercana a Puzzle, pero más contundente y embrutecida, la cual tenía uno de los parkings más activos, provocando verdaderos quebraderos de cabeza e incluso caras de incredulidad a los sufridos domingueros que pasaban junto a ella por la carretera de El Perelló rumbo a sus apartamentos, y cuyas principales sesiones eran las de domingos a partir de la mañana; Villa Adelina, junto a Barraca, que no era sino un chalet con una amplia terraza que la hizo famosa; Zona, discoteca perteneciente al eje Espiral-NOD, la cual se hizo realmente peculiar porque se especializó en sus sesiones de lunes por la mañana, que podían alargarse hasta el martes de madrugada (algo impensable hoy en día en una discoteca de esas dimensiones), y donde atraía a quienes trabajaban durante el fin de semana en la noche o en la hostelería, no solo de Valencia, sino también de ciudades más alejadas como Madrid o Barcelona (en estas ciudades no existía nada igual a esa escala para este tipo de trabajadores), y también a la gente que aún aguantaba la fiesta, generalmente gente muy desfasada pero no conflictiva; El Templo, ubicada en Cullera, no muy lejos de Chocolate, baluarte del popular Chimo Bayo, impactante visualmente por sus aires industriales de refinería que emergía de entre los campos de arroz, y cuyas sesiones eminentemente ebm, new beat y techno las combinaba con ratos de alentamiento a sus fieles seguidores, o de acompañamiento musical-vocal, a través del micro. Por este motivo, esta sala tuvo su público fiel, pero también sus detractores. Chimo Bayo, popular gurú de la época, DJ y productor, años antes había dirigido otra sala ligada musicalmente a la ruta (no en vano podría ser incluída), aunque algo más alejada, la discoteca Arsenal de Oliva, un municipio valenciano junto a Gandía, abierta desde 1986. El Templo mantuvo su éxito durante relativamente poco tiempo, fiel reflejo del éxito de la imagen de casa, Chimo Bayo, y acabó cerrando cuando la imagen de este decayó, reabriéndose como NOD Cullera, sala que realmente no consiguió cuajar.
Otras salas dignas de ser mencionadas, por su cercanía a Valencia, y por lo tanto a las salas más importantes, y donde mucha gente alternaba entre unas y otras, fueron KU-Manises, que recogía a gente procedente de otras discotecas a últimas horas de la madrugada, y la cual años después, alrededor de 1994, se convertiría en iniciadora y abanderada del movimiento remember, que rescataba la música de la época dorada de la Ruta, Esquema, en Massalavés, donde Arturo Roger, DJ de ACTV, también pinchaba un excelente combinado musical los sábados noche, aunque más ligero que el que le hizo famoso en ACTV. Amadeus (o AMD) situada en Alfafar, junto a un importante centro comercial, la cual antes se había llamado Sucre, una discoteca muy frecuentada por las tribus urbanas del área metropolitana; El Torero, bar de copas con terraza junto a Spook Factory (en el mismo parking), con música más cañera que esta, que empezó siendo un bar de música rock, y se convirtió en una pequeña sala que la complementaba, lo mismo que Tropical, en el mismo edificio que ACTV, donde la gente se preparaba para entrar en ACTV o se relajaba entre salida y entrada; Galaxy, muy cerca de Espiral y Zona, también en la zona interior, al igual que Karma, una pequeña sala con forma de pirámide; Banana’s, macrodiscoteca situada en Sollana, cerca de Sueca, con una enorme terraza-jardín descubierta que en sus inicios en 1989 estuvo dirigida a gente del mismo estilo que Puzzle, con música synth-pop y techno-pop, o Resaca Playa, primera gran terraza de verano en Valencia, situada junto al mar, en la pedanía de Port Saplaya, perteneciente al término de Alboraya, que durante los meses de estío empezó a atraer, sobre todo los jueves noche, a “ruteros” habituales.
Ya en el año 1991 llegó a producirse un verdadero movimiento social de dimensiones extraordinarias. Más de 30.000 jóvenes de todas partes de España se congregaban, sólo en las diferentes discotecas de la Ruta Destroy, en torno a la ciudad del Turia, para pasar fines de semana inolvidables. Se habla de 50.000 en sus fines de semana más relevantes. Muchos de ellos hacían casi cada semana cientos de kilómetros sólo por vivir la llamada fiesta valenciana, también conocido como festival valenciano. Adicionalmente, empezó a hacerse muy común el hecho de fletar autobuses desde cualquier punto de la península para un desplazamiento más cómodo y barato junto con gente del mismo signo. Pero aunque este año y el siguiente marcaron el final de una época gloriosa, el boom de jóvenes llegados de todas partes continuaría hasta el año 1994. A partir de 1995 el descenso fue en picado.

1992 la ruta se hace mayor
En 1992 Spook se hace la dueña de las sesiones nocturnas de los viernes ,ACTV de los lunes por la madrugada y puzzle ,chocolate y Barraca comparten locas sesiones etre sala y sala , surgen las compenetraciones entre las 3 grandes discotecas del Perellonet ,el llamado triangula de las bermudas , el tema Dune de Espiral se oye en toda Europa, son tiempos felices por la ruta, ,se instaura definitivamente el éxtasis como droga mas consumida de la época y el espeed desaparece poco a poco, ,hasta dejar su afamado puesto a las drogas de diseño que estaban pegando fuerte desde los Países Bajos ,(Holanda) e Inglaterra . Con la llegada de esta droga en demasía se llegan a los famosos accidentes mortales de la ruta , era un mal presagio para la zona, decenas de jóvenes venidos de muy lejos perdían su vida en las carreteras destino a la ruta o cuando se iban de ellas , la ruta empezaba a cobrar mala fama , una fama mal merecida que llegaría a lo mas alto en 1993 .

1993 empieza la decadencia
En 1993 fallecía el DJ de espiral tras suicidarse en directo a través del programa de radio que emitía los miércoles por la tarde de musica de los 80 ,eran tiempos tristes en la ruta ,pero como en la vida todo sigue ,la ruta seguia su camino hacia la fiesta mas vibrante , Puzzle empezaba a cerrar sus sesiones con el My Way de Nina Simone ,una verdadera joya musical que daba cierre a la loca sesión nocturna, la zona era ya archí conocida y el RENOMBRE DE LA RUTA DEL BACALAO SONO CON FUERZA lo que le valió para llenar la zona aun mas si cabe de foráneos y extranjeros ,multitud de madrileños y catalanes invadieron la ruta, no fue por culpa de ellos ,pero lo cierto es que la zona empezó a ser demasiado conocida y la droga fluia por las salas como nunca antes lo había hecho, muchos accidentes de trafico tambien supusieron una gran vigilancia sobre la ruta que poco a poco fue perdiendo su brillo ,la decadencia comenzó en 1994 …

1994 La decadencia de la ruta
1994 La gente de repente empezó a dejar de ir por las salas Míticas ,En chocolate podías aparcar incluso en la misma puerta cuando apenas 2 años antes tenias que aparcar el coche en la misma acequia ,Puzzle iba a trompicones y Barraca se llevo la peor parte, cerraba sus puertas y las abría de nuevo sin rumbo alguno, la multitud de controles policiales que se impusieron en la zona hicieron imposible las ansias de libertad que años antes se acontecían en la zona de la ruta. Las discotecas flojeaban como nunca antes lo habian hecho, pronto apareció la sombra que se veía venir ,discotecas míticas como ACTV y Espiral se veían condenadas a cerrar , y otras a cambiar de política abriendo sus salas antes de las 00:00 . Poco a poco la ruta fue perdiendo su color y su misticismo ,ese misticismo que la había hecho auténticamente libre y diferente a todo .

1995 muerte de un mito
1995 fue el año en el que un mito apago su deslumbrante luz y tal como apareció se fue por siempre , La gente dejo de ver la ruta como antaño habia sido y ese misticismo se perdió a través del tiempo como lagrimas en la lluvia … Las noches de Valencia cambiaron por completo desde entonces ,y solo hoy entre alguna loca sesión de Remember se puede atisbar lo que fue la ruta mitica Destroy ,una ruta de ocio nocturno donde no parecía haber limites ,donde la gente se proclamo libre por siempre y donde muchos dejaron su joven alma . Hoy por hoy se puede decir que ya no queda nada de ese espíritu nocturno de ese grito en el cielo de vivir sin dormir ,de ese grito que proclamo libertad y que con el tiempo perdió su fuerza ,la ruta había muerto …pero en nuestros corazones seguirá vivo su recuerdo …
Atrás quedan en el recuerdo, para muchos treintañeros y cuarentones, nombres, algunos de ellos míticos, como Barraca, Chocolate, Spook Factory, Espiral, NOD, Puzzle, ACTV, El Templo, Heaven, Zona, Galaxy, Villa Adelina, Arsenal, Looping, Coliseum, Acción, El Torero, Metrópolis, Oggi, Delfos, Yucas, etc.
Sin enbargo la discoteca Barraca sigue muy viva, llenandose cada fin de semana con nuevas generaciones y recibiendo djs de fama mundial de techno y minimal como Ellen Alien, Ricardo Villalobos, Tania Vulcano o Dave Clarke.







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